lunes, 8 de octubre de 2012

Actividad solar y cambio climático

La actividad solar afecta la temperatura atmosférica. Lo que está en disputa en algunos círculos científicos es la magnitud del impacto. ¿Seguirá el calentamiento de la Tierra inexorablemente un camino ascendente o comenzará una pequeña edad de hielo?

La cantidad de energía solar que llega a la Tierra afecta la temperatura atmosférica. A su vez, esta energía depende de la actividad solar, cuya manifestación más conocida es la cantidad de manchas que oscurecen temporalmente la superficie del Sol. Los modelos de comportamiento del clima utilizan como única fuente de energía solar la de radiación. Con el astrofísico holandés Cornelius de Jager hemos propuesto que la actividad solar está regulada por el campo magnético del Sol; que este campo magnético se deriva de las interacciones entre sus dos componentes y que, hasta ahora, los modelos de clima han usado sólo una de ellas, la asociada con la radiación, como modificadora de las variaciones de temperatura troposférica.

En 2009 analizamos ambas componentes usando indicadores indirectos, o proxys, que nos permitiesen suplir la ausencia de datos antiguos, anteriores al momento en que se empezaron a hacer mediciones directas. Encontramos que existe una relación entre las variaciones de la temperatura troposférica en la Tierra y los valores de dichos componentes del campo magnético del Sol.

Estudiando el período entre 1610 a 1995, descubrimos que la mencionada temperatura varía linealmente a lo largo del tiempo, y que ese cambo lineal se superpone con algunos episodios cuasirregulares de ascensos y descensos de ella, cuyas amplitudes alcanzan hasta unos 0,3°C en más o en menos. Esta es la situación que vivimos en tiempos actuales.

Sobre la base de esos análisis, concluimos con mi colega que la amplitud del presente calentamiento global no difere signifcativamente de otros episodios de calentamiento relativo que ocurrieron siglos atrás. En otras palabras, el calentamiento medido a partir la segunda mitad del siglo XX resulta de la superposición de, por un lado, el calentamiento lento de la Tierra por el Sol que ha venido sucediendo desde el llamado gran mínimo de Maunder de hace unos cuatrocientos años, al que se superpone, por otro lado, un ascenso de tipo cuasiregular de temperatura.

Además, nuestro análisis nos llevó a predecir que se avecina un nuevo gran mínimo en la actividad solar, el que, de verificarse nuestras estimaciones, llevará a un descenso paulatino de la temperatura media de nuestro planeta, de cuyo comienzo ya existen indicios iniciales.


Si quereis saber más: http://www.estrucplan.com.ar/articulos/verarticulo.asp?IDArticulo=3009

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