Gran parte de la producción
mundial de alimentos en la actualidad se ha logrado gracias a lo que se conoce
como Revolución verde, ocurrida entre 1940 y 1970 en Estados Unidos. Ésta
consistió en utilizar variedades mejoradas de maíz, trigo y otros granos, cultivando
una sola especie en un terreno durante todo el año (monocultivo), y utilizando grandes
cantidades de agua, fertilizantes y pesticidas. Con estas variedades y
procedimientos, la producción es de dos a cinco veces superior que con las
técnicas y variedades tradicionales de cultivo.
El creador de esta revolución lo
hizo con la intención de acabar con el hambre en el mundo pero hay algunos
aspectos negativos a tener en cuenta: problemas de almacenaje desconocidos y
perjudiciales, excesivo coste de semillas y tecnología complementaria además de
la dependencia hacia esta, la mejor adaptación de los cultivos tradicionales
eliminados o la aparición de nuevas plagas. Lo más peligroso de este tipo de
agricultura es que está basada en la maquinaria agrícola y el transporte y los agroquímicos, aparte de la biotecnología y los sistemas de riego, que se
relacionan directamente con el petróleo. Así pues, de la misma manera que la
agricultura industrial ha sido un factor importante para la transición
demográfica, la ausencia de ésta al agotarse el petróleo puede suponer futuras
hambrunas.
buenas entradas, el lunes vemos juntas el blog, para ver si se puede hacer algún cambio, adelante
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